lunes, 28 de abril de 2008

Llegar a 10 millones de familias, meta de AMLO


Andrés Manuel López Obrador anunció ayer el inicio de la segunda etapa de la resistencia civil pacífica en defensa del petróleo, que consiste en ganar el debate, ampliar a 200 mil el número de brigadistas para junio, así como emprender la tarea de informar casa por casa –con una meta de 10 millones de familias visitadas para agosto– las razones del rechazo a las iniciativas de Felipe Calderón y las consecuencias de permitir la privatización de la industria petrolera.
Luego de encabezar una marcha que partió del Angel de la Independencia, el ex candidato presidencial dijo en el Zócalo que si bien con las acciones de resistencia civil PAN y PRI no aprobaron el paquete de iniciativas con un albazo legislativo, se debe actuar de manera precavida para volver a movilizarse en caso de que quieran imponer por sorpresa su reforma.
“Estoy seguro que ante la insistencia de violar la Constitución, de privatizar la industria petrolera y de agravar la corrupción en Petróleos Mexicanos (Pemex), los legisladores del Frente Amplio Progresista (FAP) reanudarán la resistencia civil pacífica en ambas cámaras, y estas acciones serán respaldadas por millones de mexicanos que no permitiremos semejante agravio.”
Anunció también que, con el propósito de continuar la resistencia civil, él reanudará sus giras por el interior del país para informar sobre “el atropello constitucional con el que pretenden entregar a particulares, tanto nacionales como extranjeros”, todas las áreas de Pemex.
Dijo que mientras los legisladores analizarán la posibilidad de llevar a cabo un referendo, plebiscito o una consulta popular, el grupo de intelectuales en defensa del petróleo organizará debates en centros de trabajo y universidades de todo el país.
Ayer, ante miles de personas que llenaron la Plaza de la Constitución y calles como Madero, López Obrador expresó su satisfacción por el resultado de la primera etapa de la resistencia civil que, dijo, permitió detener el madruguete y la andanada en radio y televisión, cuyos conductores, cuestionó, “se dedicaron a gritar y repetir una y mil veces la palabra secuestro”. En este punto preguntó a los asistentes: “¿Ustedes creen, por ejemplo, que ese burdo espot que difundió Televisa en contra mía y de los legisladores del FAP, lo hubiesen transmitido si fuera en contra de Felipe Calderón?” La respuesta unánime fue: “¡noooooo!”
Agregó: “Todavía no podemos cantar victoria, porque es mucha la codicia de quienes quieren convertir a la industria petrolera nacional en negocio privado; es indudable que por ahora hemos podido pararlos... Es un hecho que los potentados no podrán, en los próximos tres meses, consumar como lo tenían planeado el gran pillaje de la privatización del petróleo”.
Lo importante, sostuvo, es que se frenó una reforma que Calderón, de Mouriño y sus socios nacionales y extranjeros, quienes querían cometer “el oprobio de prisa, en sigilo y de puntitas, sin que se diera cuenta el pueblo de México”.
En el templete lo acompañó un grupo de senadores y diputados que tomaron las tribunas, así como coordinadoras de las brigadas de mujeres en defensa del petróleo, a quienes hizo un amplio reconocimiento por contribuir a frenar el albazo. “Y esto fue posible –resaltó– sin haber roto un solo vidrio, sin una pedrada, sin enfrentamientos en la calle; este movimiento es pacífico”. Porque, exaltó, la toma de las tribunas permitió frenar el intento de violar 12 artículos de la Constitución, con lo que el gobierno federal, el PAN y el PRI quieren “apropiarse de la industria petrolera a espaldas del pueblo. Calderón, Mouriño y sus socios están queriendo construir un andamiaje legal que los blinde y les permita atracar todo el sector energético”.
El ex candidato presidencial citó un discurso del dirigente de Convergencia, Luis Maldonado Venegas, donde asegura que “por encima de la rentabilidad electoral de las futuras elecciones están el porvenir de todos los mexicanos y la defensa irrestricta de la nación”, para anunciar que, bajo esas consideraciones y con la fuerza de las ideas, se iniciará una nueva etapa de resistencia civil pacífica.
El plan, dijo, es sencillo: seguir en la organización de las brigadas y que, si en éstas ya hay 100 mil personas, los grupos se fortalezcan y amplíen hasta llegar a 200 mil para finales de junio. “La tarea es ir casa por casa, barrio por barrio, colonia por colonia y pueblo por pueblo para dar a conocer nuestras razones y las gravísimas consecuencias que tendría la privatización de la industria petrolera”, expuso.
Refirió que el objetivo es que cada uno de los 100 mil brigadistas visite 10 domicilios a la semana, dialogue con la gente y entregue los paquetes informativos para que, al terminar junio, se haya informado a 5 millones de hogares, mientras que entre julio y agosto, cuando los brigadistas sean ya 200 mil, se entre en comunicación permanente con 10 millones de familias. Sugirió que también se lleven a cabo, con los videos que ya circulan, círculos de estudio y reflexión sobre el petróleo.
Afirmó que si bien sus adversarios cuentan con dinero y los medios de comunicación, el movimiento en defensa de los hidrocarburos es respaldado por hombres y mujeres comprometidos y con convicciones. Porque, resaltó, el movimiento “desató la furia de nuestros adversarios que, como es comprensible, defienden con obsesión la rapiña y los privilegios”.
Pidió finalmente actuar con alegría, sin odios ni rencores, ya que no hay enemigos, sino adversarios a vencer. “Aceptemos la afirmación del amor como la mejor forma de hacer política. No deben caber en nosotros el odio ni la amargura. Seamos el amor que todo lo da. Amar es perdonar en todo instante. Que nos mueva el amor a la patria y la vocación humanista del amor al prójimo. Luchar por los pobres, los humillados y los ofendidos, es nuestro propósito esencial. Tengamos la confianza de que la fuerza del amor se impondrá sobre la codicia y la manipulación. Lo que se obtiene con amor se conserva para siempre.”

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