martes, 6 de mayo de 2008

Deseamos que los perredistas tengan claro el papel de NI‏

Las maniobras del CISEN, a través de la gente de Beltrones, Arce, Ruth Zavaleta, los Círigo, Jesús Ortega, Navarrete y NI, tiene como objetivo debilitar PRD para debilitar al FAP y a su actividad para quitar piedras del camino a FECAL en su intentona por traficar con PEMEX y tener manos libres para traficar con los recursos del país. Su intentona pretende que el TRIFE repita con Ortega la maniobra que benefició al espurio Fecal teniendo como música de fondo la algarabía de los medios de derechaAquí están claras las explicaciones de sus maniobras: La Jornada lunes 5 de mayo de 2008Política → Impone NI dirigencia sustituta en el PRD
■ Desconocer a AMLO, primera tarea de Acosta Naranjo y Dalia Gastélum
Impone NI dirigencia sustituta en el PRD
■ “Más de medio millón se niegan a seguir la línea que alguien les ha asignado”
■ Es una farsa, una tragedia que se volvió comedia: Encinas
Alma E. Muñoz y Enrique Méndez
En una sesión de Consejo Nacional del PRD impugnada por el equipo de Alejandro Encinas ante la Comisión Nacional de Garantías (CNG), el bloque integrado por Nueva Izquierda (NI) y Alternativa Democrática Nacional (ADN) “eligió” ayer a Guadalupe Acosta Naranjo y Martha Dalia Gastélum presidente y secretaria general sustitutos del partido.La corriente que encabeza Jesús Ortega decidió realizar el 11 pleno extraordinario del sexto Consejo Nacional para imponer a la dirigencia sustituta, horas después de que el notario público 128, Sergio Navarrete Mardueño, certificó –a petición de Izquierda Unida (IU), bloque que postuló a Encinas a la presidencia del partido– que a las 12 horas, cuando ya habían pasado la primera y segunda convocatorias, sólo había 113 consejeros nacionales, de los más de 120 necesarios para hacer quórum.Chucherías En respuesta a esa decisión, Encinas Rodríguez declaró: “Es lamentable, porque no se apega a la normatividad interna. Me recuerda un viejo programa de la televisión, Chucherías. Son el presidente y la secretaria general de Chuchilandia. No lo reconozco como presidente sustituto, sino como compañero de partido”.Y es que, previamente, NI y ADN impusieron a la dirigencia sustituta y realizaron un extrañamiento a la CNG por validar el acta que, con 83.9 por ciento de casillas computadas, le da el triunfo a Encinas, además de convocar a un congreso nacional para finales de junio, a fin de reformar los documentos básicos.Acosta admitió que su designación está sujeta a la resolución de la CNG sobre la impugnación interpuesta por IU para que Leonel Cota continúe como dirigente nacional y, por tanto, el primero retome la secretaría general. “Una decisión probable es que decidan que (la elección) no tiene validez, al igual que las resoluciones del consejo y nosotros acudiremos al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).”Convino en que él y Gastélum estarán “sujetos a una controversia fuerte, porque sabíamos a lo que nos ateníamos”, luego de que el secretario del consejo, Erik Villanueva Mukul, le tomó protesta en un momento en que el presidente de esa instancia, Camilo Valenzuela, abandonó la mesa para ofrecer una entrevista.En un largo discurso, el “presidente” sustituto aseguró que su objetivo es “ocupar y ejercer” la dirigencia perredista. Y tan extenso fue, que hasta algunos de sus compañeros le silbaron para que concluyera. “Un momento, compañeros, termino”, les dijo poco antes de resaltar que, junto con Gastélum, “vamos a sufrir ataques, chiflidos y denuestos, pero estamos preparados”.Los discursos de algunos de los seguidores de Ortega se concentraron en cuestionar a Andrés Manuel López Obrador. Acosta Naranjo, por ejemplo, dijo que “hoy, más de medio millón de simpatizantes y militantes se niegan a seguir la línea que alguien les ha asignado, porque no basta la palabra de un solo hombre para resolver los problemas del PRD”.Mientras, el senador René Arce afirmó que el sol azteca no puede ser “cartilla electoral ni pasaporte de candidaturas, o estar sometido a la voluntad de algunos personajes”. El consejero Sebastián de la Rosa afirmó que el consejo no podría ceder “al antojo y a los caprichos de López Obrador” para nombrar a la dirigencia nacional, porque el ex candidato presidencial “apuesta a que el PRD amanezca sin presidente”.Durante el encuentro, Ifigenia Martínez y Gerardo Unzueta conminaron a Nueva Izquierda a no continuar con el pleno y concentrar los esfuerzos del PRD en la defensa del petróleo. Unzueta consideró que la instalación del pleno y el orden del día eran “una trampa”, y Martínez planteó que debían ser los órganos de dirección política y jurídica los que determinaran la validez de la elección del 16 de marzo pasado.Pero NI siguió en su estrategia de nombrar a Acosta Naranjo y Gastélum, a propuesta de René Arce, pasadas las tres de la tarde, cuando Valenzuela aseguró que se contaba con 162 de los 360 consejeros nacionales.La designación se llevó a cabo sin discusión, y el proceso de votación y toma de protesta duró cinco minutos, con 114 votos a favor y 8 abstenciones. El diputado Emilio Ulloa ironizó: “Guadalupe se sacó esa dirigencia en una caja de Zucaritas”.Acosta Naranjo, en su primer discurso, afirmó que, al igual que en el presidencialismo mexicano, “la etapa de un solo hombre en el PRD también concluyó” y cerró: “Que se oiga hasta San Luis Potosí”, en referencia expresa a la calle de la colonia Roma donde López Obrador tiene sus oficinas desde la campaña presidencial de 2006.Más tarde, en entrevista, Encinas lamentó que Nueva Izquierda “llegara al extremo de ignorar no sólo la norma interna, sino cualquier lógica del sentido común”, y afirmó que las designaciones fueron un error.“Es una farsa, una tragedia que se volvió comedia, y lamentablemente la tragicomedia mexicana está instaurada en el principal partido de la izquierda mexicana. Guadalupe siempre me recuerda al diablo de las pastorelas, aquel que siempre hace lo imposible para que los pastores no lleguen a Belén. Y él cumplirá ese papel lamentable”, afirmó.La sesión dio inicio con un informe del senador Graco Ramírez respecto de una reunión del lunes de la semana pasada entre él y Raymundo Cárdenas, entonces encargados del despacho, con los coordinadores parlamentarios Carlos Navarrete y Javier González Garza, con los gobernadores de Michoacán, Guerrero y Chiapas –Leonel Godoy, Zeferino Torreblanca y Juan Sabines, respectivamente–, así como con el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, para buscar un acuerdo político.Según su versión, un día después Encinas y Ortega, en otro encuentro con Godoy y Ebrard, optaron por “una salida pactada” para designar presidente interino por cuatro meses, validar la elección de consejeros y congresistas nacionales y presidentes estatales, y elegir un comité político. Sin embargo, dijo, la resolución de Garantías que validó el acta de cómputo rompió ese pacto. Esas afirmaciones fueron desmentidas por Encinas.Asimismo, el pleno de NI y ADN rechazó aceptar la renuncia de Dolores Nazares a la Comisión de Garantías. De acuerdo con IU, ella tiene a su cargo la impugnación por la prórroga de Cota. Las dos primeras corrientes avalaron, a solicitud expresa de René Arce, los cambios al Estatuto de Gobierno del Distrito Federal y un reconocimiento por la “sobresaliente” actuación de Ruth Zavaleta como presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados.
La Jornada
lunes 5 de mayo de 2008Opinión → Astillero
Astillero
Julio Hernández López Fax: 5605-2099 •
juliohdz@jornada.com.mx
■ Perreché
■ Partido de la Revolución de los Chuchos
■ Historias de AcostaNaranjoEl largo litigio electoral sostenido en el PRD por dos bandos igualmente impugnables ha derivado hacia la apropiación de los cargos en disputa por parte de una de esas facciones, justamente la que más control de la estructura decisoria tiene y la que más necesitada está de contar con membretes adecuados para participar en el agitado mercado político-petrolero que está por abrir una nueva temporada de subastas a debate.Nueva Izquierda cree llegado el momento de apropiarse del control formal del Partido de la Revolución Democrática y, por ello, el Consejo Nacional de Los Chuchos (pues sólo esta corriente y sus aliados participaron en la reunión de ese órgano resolutivo) puso ayer a dos de los propios como presidente y secretaria general (sustitutos y sedicentes) del comité colaboracionista nacional del PRD: Guadalupe Acosta Naranjo es un producto neto del grupo de los Jesuses y estuvo a cargo del segundo puesto de la directiva perredista, con Leonel Cota como presidente. Y Martha Dalia Gastélum fue miembro de la corriente Foro Nuevo Sol, que encabezan Amalia García y su hija Claudia Corichi, pero al momento de optar entre Alejandro Encinas y Jesús Ortega para presidir el sol azteca Gastélum prefirió al segundo, contra la decisión mayoritaria del mencionado Nuevo Sol, que había resuelto y ordenado impulsar a Encinas, por lo cual desde el año pasado Martha Dalia fue dada de baja de la organización amalista y se ha asumido como un engrane más de la maquinaria jesuítica.Acosta Naranjo, como discutible presidente sustituto del PRCH (Partido de la Revolución de los Chuchos), tendrá a su cargo la ingrata tarea de producir declaraciones institucionalmente divisionistas y específicamente contrarias a López Obrador que sean alegremente reproducidas por medios de comunicación que brindan a palabras de ese tipo el espacio y el tiempo que a otros temas regatean. Los perrechistas aportarán a esa maquinaria propagandística calderónica el material de escándalo, escarnio y asco que los comentaristas aliados al felipismo desmenuzarán concienzudamente, con aires de presunto academicismo “imparcial” y de periodismo “objetivo”. Además, obviamente, irán entrando gradual pero irreversiblemente al aro de los debates beltrónicos programados para aprobar al final lo que en esencia desde el principio estaba establecido (con algunos “cambios” secundarios o declarativos que en la práctica y con la letra chiquita podrán ser recuperados más delante o que eran excesos “sembrados” en la redacción original justamente para ser “corregidos” justicieramente por los cuidadosos legisladores del prianismo).Para desgracia de los planes chuchos, Acosta Naranjo tiene una historia en Nayarit que, por ejemplo, fue denunciada el 12 de febrero de 2008 en una carta abierta publicada por Édgar Arellano Ontiveros, director del periódico Express de Tepic. Siempre dispuesto a los arreglos, Acosta Naranjo pretende revivir para comicios locales nayaritas la alianza con el impresentable Antonio Echevarría Domínguez, que en 1999 fue llevado a la gubernatura mediante comercializadas “alianzas” de partidos, entre ellos el PRD. Llegado al poder, el hombre rico de Nayarit persiguió a sus “aliados” e inclusive encarceló a Acosta Naranjo y le enderezó un linchamiento mediático soez. Ahora, aceitado para buscar nuevamente alianza con Echevarría (en julio se renovarán alcaldías y Congreso), Acosta ha declarado a reporteros locales: “ Las diferencias entre Toño y Naranjo están juzgadas por la historia, lo que yo dije y lo que dijo Toño de mí es imposible de cambiar, pero no les voy a hacer el juego a los que son los más interesados en que me acuerde lo que pasó hace seis años o nueve años, que lo que queremos hacer pa’ delante”. Esa actitud, y las posturas en general de Acosta, merecieron del periodista Arellano Ontiveros consideraciones que esta columna –sonrojada y pudorosa- prefiere no reproducir aunque deja a los lectores la dirección
www.periodicoexpress.com.mx/parabolica/nota.php?id=944, en la que se podrán enterar.La toma del PRD coincide con una más de las reapariciones públicas de Carlos Salinas de Gortari, cíclicamente especializado en asomar a portales vigilados y controlados para medir el grado de rechazo que su presencia continúa suscitando. Ahora lo ha hecho en adelantos periodísticos de un libro que mediante andamiajes técnicos, estadísticos y de diversa índole seudocientífica desemboca en dos lugares siempre tan sabidos: uno, el cobro revanchista de afrentas que contra él y su familia (en especial contra el jurídicamente honesto Raúl) cometió su hechura de 1994, Ernesto Zedillo, y dos, las críticas a Andrés Manuel López Obrador, el populista sin brillos académicos que tantas agruras causa al jefe neoliberal y harvardiano. La selección salinista de villanos favoritos pretende fijar fronteras al actuar de miembros del partido tricolor que en plena orfandad política e ideológica voltean a ver el movimiento lopezobradorista con cierta simpatía e inclusive nostalgia, pues la defensa del nacionalismo, y en especial del petróleo mexicano, fue parte del bagaje discursivo priísta durante un tiempo ahora en vías de olvido por instrucciones de los nuevos jefes Manlios y Emilios. Y, desde luego, el ex presidente vuelve a sus andadas tradicionales, tratando de colocar al pro yanqui Zedillo bajo la guillotina histórica para que sea éste, y no el Orgullo de Agualeguas, el que sea más culpado por el desastre nacional de las décadas recientes.La Jornada lunes 5 de mayo de 2008Opinión → Ciudad Perdida
Ciudad Perdida
Miguel Ángel Velázquez
ciudadperdida_2000@yahoo.com.mxciudadangel@hotmail.com
■ Sacar a López Obrador del PRD, tirada del chuchismo
■ El repentino giro de Jesús OrtegaPara quienes se han involucrado a fondo en la elección del PRD en busca de un nuevo presidente, la clave en la polvareda que levantó Jesús Ortega, el eterno perdedor, está en los tres días siguientes a la votación.Para los perredistas que no creen en los reclamos de Ortega, entre el 16 y el 19 de abril se armó el tinglado que mantiene a ese partido sin líder a nivel nacional.Memoriosos que son, esos perredistas aseguran que durante los primeros tres días posteriores al evento electoral, las objeciones de Ortega fueron mínimas, es más, advierten que el anuncio de la derrota si bien causó sorpresa en el líder de Nueva Izquierda, también lo es que aceptó la derrota sin mayores aspavientos. “Vamos a esperar el conteo”, dijo en una de las entrevistas que le hicieron, un tanto resignado.Después algo sucedió. Ortega supo que la única explicación lógica a la derrota, era el rechazo de la gente de su partido a las declaraciones y actitudes tomadas en su corriente hacia las acciones de resistencia que desde 2006 emprendió el Frente Amplio Progresista, que él mismo encabezó.En el análisis de tal situación se cayó en la cuenta de que lo que sucedía lo rebasaba a él y a su tribu, porque pertenecía al ámbito de un diseño de país que no estaba en sus manos, aunque formaba parte importante de ese todo.Pelear la elección no había sido parte de su comportamiento natural. En ocasiones anteriores la derrota lo había alcanzado sin que de él hubiera surgido un reclamo como el que ahora parece encabezar, pero esta vez los compromisos, fundamentalmente fuera de su partido, le exigían reclamar el triunfo, y si no cuando menos destruir la poca credibilidad que restaba en las elecciones perredistas.El argumento principal era el mismo que se diseñó para llevar a Felipe Calderón a Los Pinos: contar los votos fraudulentos junto con los buenos, declarar ganador al que hubiera cometido el mayor fraude, y después, ya con el defraudador en el poder, limpiar la elección, cosa que no serviría para sacar del poder al que ya lo detentara.Pero la pregunta subsiste: ¿para qué quiere el poder un político que no podría enfrentar ni a sus propios militantes? Bueno, cualquiera se puede imaginar toda una serie de tareas aún en esa circunstancia, pero para quienes mantienen a Ortega en el reclamo, en la agenda no hay otro punto que no sea sacar del partido a López Obrador. Eso es todo.En ese empeño va toda la fuerza de Ortega y asociados, pero para este hombre, hijo político de aquel entreguista Partido Socialista de los Trabajadores (PST) –su subsistencia en las arenas del poder que a la postre derivaría en el tristemente célebre ferrocarril– y el del proyecto priísta para regresar a Los Pinos, protegiendo a la administración actual, es vital, y para eso necesitan a López Obrador fuera del PRD. Nada más.El intento de ayer de efectuar una nueva reunión del perredismo para imponer el fraude como máxima forma para las elecciones internas –y así avalar las elecciones fraudulentas en todo el país– se frustró cuando un grupo de delegados decidió no acudir al llamado de Nueva Izquierda. De esa forma la reunión, que no fue más que eso, no encontró valor legal. Allí se hallaba un notario público que dio fe de que en segunda llamada no se juntó el quórum legal para que la reunión cumpliera con el cometido que le había diseñado Nueva Izquierda.Es probable que las intentonas de Ortega y su grupo continúen dándose y no será fácil detener la avalancha mediática que el periodismo de mercado ha levantado a favor del chuchismo, porque si se entiende bien también se pretende destruir de una vez por todas al PRD. Ya veremos si lo consiguen.

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