Monterrey, NL, 23 de mayo. Detrás de la urgencia de Felipe Calderón por privatizar Petróleos Mexicanos (Pemex) “está el hambre de dinero y de lucro de un pequeño grupo, que resultó en contra de los intereses del país. Estos panistas son más voraces y ladrones que los priístas, y ya es mucho decir”, aseguró Andrés Manuel López Obrador al encabezar reuniones con los comités de defensa del petróleo, en Nuevo León y Tamaulipas.
El ex candidato presidencial advirtió que hay voces que consideran factible interponer una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación si fueran aprobadas las iniciativas de reforma que Calderón envió al Congreso.
“¿Hay todavía algún mexicano creyente que piensa que es posible interponer un recurso de inconstitucionalidad?” –interrogó el tabasqueño a unas 2 mil personas reunidas en el cine Río 70 de la ciudad de Monterrey, quienes advirtieron la ironía de la pregunta y a coro respondieron: “¡nooo!”.
“En honor a la verdad, ¿creen que los ministros de la Corte resolverían algo en contra de este régimen de derecha, cuando la mayoría está al servicio de esta mafia?” –preguntó nuevamente, y los asistentes volvieron a responder: “¡nooo!”.
López Obrador explicó que la actitud de los ministros de la Corte es similar a la de “otros instrumentos de presión y control” que tienen el gobierno federal y los hombres del dinero en el país, “como Televisa, que transmitió un promocional en el que me comparaban con Hitler. ¿Ustedes creen que Televisa hubiera sacado un espot así en contra de Calderón?” –volvió a preguntar, y sin esperar la respuesta añadió: “si yo soy de Tepetitán, Macuspana, Tabasco, a mucha honra”, dijo ante un auditorio que le respondió con aplausos y gritos de apoyo.
“Hay una relación estrecha entre los medios de comunicación y el gobierno; se alimentan mutuamente, y eso es lo que les ayuda a impulsar una política antipopular, que quiere seguir entregando al capital extranjero los bienes de la nación. Ahora creen que tienen el poder de regresarnos al porfiriato y dar el petróleo a los extranjeros, pero esa es una afrenta que no vamos a permitir, porque bien administrado el petróleo puede sacar adelante el país”, aseveró.
El tabasqueño apuntó que en 25 años se ha hecho evidente la “brutal desigualdad” en la distribución del ingreso nacional, que ha provocado que un pequeño grupo se enriquezca mientras el resto de los mexicanos se empobrece cada vez más. “Esta situación, provocada por una política económica que no conviene al país, ha afectado ya a la clase media y ha generado la expulsión de mano de obra de más de 600 mil mexicanos cada año en busca de mejores oportunidades, como saldo de una política económica neoliberal.
“La inseguridad y la violencia que se viven en el país son producto, justamente, de una política que no atiende las causas, porque si no hay crecimiento, empleo y educación, no podrá haber paz social.
“¿Cómo va Calderón a combatir la impunidad si él es un delincuente que se robó la Presidencia? ¿Qué ejemplo puede dar al país si tiene como secretario de Gobernación a Juan Camilo Mouriño, que es un delincuente confeso? ¿Qué ejemplo pueden dar de moralidad y rectitud?” –interrogó el tabasqueño lo mismo en Monterrey que en Reynosa y Ciudad Victoria, las cuales son patrulladas por el Ejército ante el incremento de la violencia.
Concientizar, casa por casa
Más tarde, convocó a los brigadistas a convertirse en un medio de comunicación para concientizar a los mexicanos, casa por casa, del peligro que representa para el país la privatización del petróleo. Condenó que el gobierno federal se apoye en “mentiras” para hacer creer que no hay dinero para modernizar la paraestatal y que es imprescindible el capital privado para tal propósito, cuando sólo en el primer año de esta administración se recibieron 20 mil millones de dólares por excedentes petroleros, “que se han destinado a cualquier otra cosa, como el pago de salarios, en lugar de invertir en Pemex. Con eso basta y sobra para construir las refinerías que hacen falta y dejar de importar la gasolina”, dijo.
En la primera reunión, López Obrador estuvo acompañado por el coordinador del Frente Amplio Progresista, Porfirio Muñoz Ledo, y el responsable del “gobierno legítimo” para los estados de Nuevo León y Tamaulipas, Bernardo Bátiz.
El ex candidato presidencial advirtió que hay voces que consideran factible interponer una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación si fueran aprobadas las iniciativas de reforma que Calderón envió al Congreso.
“¿Hay todavía algún mexicano creyente que piensa que es posible interponer un recurso de inconstitucionalidad?” –interrogó el tabasqueño a unas 2 mil personas reunidas en el cine Río 70 de la ciudad de Monterrey, quienes advirtieron la ironía de la pregunta y a coro respondieron: “¡nooo!”.
“En honor a la verdad, ¿creen que los ministros de la Corte resolverían algo en contra de este régimen de derecha, cuando la mayoría está al servicio de esta mafia?” –preguntó nuevamente, y los asistentes volvieron a responder: “¡nooo!”.
López Obrador explicó que la actitud de los ministros de la Corte es similar a la de “otros instrumentos de presión y control” que tienen el gobierno federal y los hombres del dinero en el país, “como Televisa, que transmitió un promocional en el que me comparaban con Hitler. ¿Ustedes creen que Televisa hubiera sacado un espot así en contra de Calderón?” –volvió a preguntar, y sin esperar la respuesta añadió: “si yo soy de Tepetitán, Macuspana, Tabasco, a mucha honra”, dijo ante un auditorio que le respondió con aplausos y gritos de apoyo.
“Hay una relación estrecha entre los medios de comunicación y el gobierno; se alimentan mutuamente, y eso es lo que les ayuda a impulsar una política antipopular, que quiere seguir entregando al capital extranjero los bienes de la nación. Ahora creen que tienen el poder de regresarnos al porfiriato y dar el petróleo a los extranjeros, pero esa es una afrenta que no vamos a permitir, porque bien administrado el petróleo puede sacar adelante el país”, aseveró.
El tabasqueño apuntó que en 25 años se ha hecho evidente la “brutal desigualdad” en la distribución del ingreso nacional, que ha provocado que un pequeño grupo se enriquezca mientras el resto de los mexicanos se empobrece cada vez más. “Esta situación, provocada por una política económica que no conviene al país, ha afectado ya a la clase media y ha generado la expulsión de mano de obra de más de 600 mil mexicanos cada año en busca de mejores oportunidades, como saldo de una política económica neoliberal.
“La inseguridad y la violencia que se viven en el país son producto, justamente, de una política que no atiende las causas, porque si no hay crecimiento, empleo y educación, no podrá haber paz social.
“¿Cómo va Calderón a combatir la impunidad si él es un delincuente que se robó la Presidencia? ¿Qué ejemplo puede dar al país si tiene como secretario de Gobernación a Juan Camilo Mouriño, que es un delincuente confeso? ¿Qué ejemplo pueden dar de moralidad y rectitud?” –interrogó el tabasqueño lo mismo en Monterrey que en Reynosa y Ciudad Victoria, las cuales son patrulladas por el Ejército ante el incremento de la violencia.
Concientizar, casa por casa
Más tarde, convocó a los brigadistas a convertirse en un medio de comunicación para concientizar a los mexicanos, casa por casa, del peligro que representa para el país la privatización del petróleo. Condenó que el gobierno federal se apoye en “mentiras” para hacer creer que no hay dinero para modernizar la paraestatal y que es imprescindible el capital privado para tal propósito, cuando sólo en el primer año de esta administración se recibieron 20 mil millones de dólares por excedentes petroleros, “que se han destinado a cualquier otra cosa, como el pago de salarios, en lugar de invertir en Pemex. Con eso basta y sobra para construir las refinerías que hacen falta y dejar de importar la gasolina”, dijo.
En la primera reunión, López Obrador estuvo acompañado por el coordinador del Frente Amplio Progresista, Porfirio Muñoz Ledo, y el responsable del “gobierno legítimo” para los estados de Nuevo León y Tamaulipas, Bernardo Bátiz.
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