Managua, 17 de mayo. El presidente nicaragüense Daniel Ortega confirmó la noche de este sábado que la estudiante mexicana Lucía Morett se acogió a la condición de “refugio humanitario”, debido a que en México no es perseguida gubernamental y por esa razón no procede el asilo político.
“Lo que le hemos dado es refugio, no asilo, porque no hay persecución de parte del gobierno de México”, dijo esta noche en el acto de conmemoración del 113 aniversario del natalicio del general Augusto César Sandino.
Poco antes, en la misma ceremonia en la ciudad de Niquinohomo, la presidenta de la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos, Pamela Dávila, había revelado el asilo humanitario a Morett.
Esa figura también fue aplicada al caso de las colombianas Martha Pérez y Doris Torres, que junto con la mexicana sobrevivieron al ataque del ejército y la policía colombianos el pasado primero de marzo contra un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio de Ecuador.
“Pero se mueven las fuerzas de los vendepatrias en Mexico, en Ecuador, para tratar de llevarlas a prisión”, advirtió el mandatario nicaragüense en referencia a varias denuncias que las tres mujeres deben enfrentar con la justicia por haber acudido al campamento de la guerrilla.
Morett ha recibido tratamiento médico porque aún no se recupera de las heridas que sufrió y que pudieron ser mortales, aseguró Ortega.
Lucía Morett, quien llegó a la capital de Nicaragua en abril, compareció en un acto gubernamental días después, negó que fuera terrorista, así como todo vínculo con la guerrilla colombiana. A la llegada a Nicaragua de la joven mexicana, el presidente Ortega afirmó que Morett se encontraba en “tránsito” hacia su país, y que se quedaría en esta nación “el tiempo que desee” con la finalidad de que se recuperara de las heridas que sufrió durante su estancia en el campamente que las FARC tenían en territorio ecuatoriano.
“Lo que le hemos dado es refugio, no asilo, porque no hay persecución de parte del gobierno de México”, dijo esta noche en el acto de conmemoración del 113 aniversario del natalicio del general Augusto César Sandino.
Poco antes, en la misma ceremonia en la ciudad de Niquinohomo, la presidenta de la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos, Pamela Dávila, había revelado el asilo humanitario a Morett.
Esa figura también fue aplicada al caso de las colombianas Martha Pérez y Doris Torres, que junto con la mexicana sobrevivieron al ataque del ejército y la policía colombianos el pasado primero de marzo contra un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio de Ecuador.
“Pero se mueven las fuerzas de los vendepatrias en Mexico, en Ecuador, para tratar de llevarlas a prisión”, advirtió el mandatario nicaragüense en referencia a varias denuncias que las tres mujeres deben enfrentar con la justicia por haber acudido al campamento de la guerrilla.
Morett ha recibido tratamiento médico porque aún no se recupera de las heridas que sufrió y que pudieron ser mortales, aseguró Ortega.
Lucía Morett, quien llegó a la capital de Nicaragua en abril, compareció en un acto gubernamental días después, negó que fuera terrorista, así como todo vínculo con la guerrilla colombiana. A la llegada a Nicaragua de la joven mexicana, el presidente Ortega afirmó que Morett se encontraba en “tránsito” hacia su país, y que se quedaría en esta nación “el tiempo que desee” con la finalidad de que se recuperara de las heridas que sufrió durante su estancia en el campamente que las FARC tenían en territorio ecuatoriano.
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