Mientras el proyecto del “presidente usurpador”, Felipe Calderón, pretende privatizar la industria petrolera, el de Andrés Manuel López Obrador busca hacer de Petróleos Mexicanos (Pemex) “una empresa nacionalista, que sea palanca del desarrollo”, señaló Claudia Sheinbaum al participar en el segundo foro de debate acerca de las iniciativas en la materia.
La secretaria de patrimonio nacional del “gobierno legítimo” presentó la propuesta alterna del político tabasqueño, la cual, detalló, parte de cinco ejes fundamentales: reagrupar Pemex en una sola entidad; canalizar a la empresa los recursos obtenidos por excedentes petroleros, unos 150 mil millones de pesos sólo este año; que el Estado absorba la deuda de la empresa; fomentar la investigación y el desarrollo tecnológicos, y crear un comité anticorrupción, con la finalidad de que no se repitan los Pemexgate o los “casos Mouriño y Bribiesca”.
El tema del foro fue Los principios que deben regir la reforma energética de México, y ahí Sheinbaum reconoció el esfuerzo de los legisladores del Frente Amplio Progresista (FAP) y de los brigadistas en defensa del petróleo que permitieron, dijo, “abrir este debate”; frase que no gustó a varios panistas y priístas, y provocó que el senador Santiago Creel endureciera el gesto.
Precisó que para lograr que Pemex supere la situación de crisis en la que la han sumido, López Obrador propone reagrupar a la paraestatal en una sola empresa, no como está ahora, dividida en subsidiarias y filiales.
También, agregó, se propone una mayor integración energética entre Pemex, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Luz y Fuerza del Centro, por medio, entre otras acciones, de sustentar parte del crecimiento de la generación eléctrica en el uso de derivados pesados.
Asimismo, la propuesta de López Obrador está enfocada a canalizar todos los excedentes petroleros, con excepción de los recursos que se reparten a estados y municipios, a la inversión en Pemex. Este año, expresó, se podrá disponer de 150 mil millones de pesos por ese concepto, mismos que la paraestatal puede invertir en exploración, refinación, petroquímica, mantenimiento e inversión en ductos, así como en investigación y desarrollo de nuevas fuentes de energía.
La utilización de los excedentes en actividades estratégicas, remarcó Sheinbaum, “permitiría invertir en proyectos urgentes, sobre todo para mantener la producción de crudo en campos existentes y recuperar reservas”, fundamentalmente en aguas someras y en tierra, donde “tenemos cuando menos 45 mil millones de barriles de reservas probadas, probables y posibles”.
Otro punto, detalló, es que el Estado absorba la deuda por 50 mil millones de dólares que Pemex tiene en Pidiregas, debido a que se trata de un adeudo con contratistas privados a que se obligó a la empresa y, por tanto, el país debe debe asumirla.
Además, agregó, López Obrador incluye en su propuesta otro punto central: fortalecer las áreas estratégicas de Pemex y la ingeniería nacional, así como al Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) con el propósito de que vuelva a jugar un papel fundamental en la investigación y desarrollo de tecnología.
A la pretensión del gobierno y del PAN de poner en manos de empresas privadas la producción de gasolina y petroquímicos, además del manejo de los ductos, hay que responder, recalcó Sheinbaum, que “los ingresos de empresarios para construir y operar refinerías, y para el transporte y almacenamiento, vendrían de la misma fuente que para Pemex: la venta de hidrocarburos en el mercado nacional”.
Explicó que la ventaja económica de que Pemex opere refinerías y ductos es que utilizaría las ganancias para su propio fortalecimiento y el beneficio del país, “en vez de que se queden en unas cuantas manos privadas”.
Parte toral del proyecto alterno de Andrés Manuel López Obrador, dijo, es garantizar el funcionamiento de un comité anticorrupción en el consejo de administración de Pemex.
Aclaró que la tarea principal de ese comité, que funcionará en forma paralela a los mecanismos de auditoría que ya tiene la paraestatal, será evitar conflictos de interés y corruptelas en la asignación de contratos.
Que Calderón retire sus iniciativas, exige Muñoz Ledo
El coordinador del FAP, Porfirio Muñoz Ledo, pidió que Felipe Calderón retire sus seis iniciativas para modernizar Pemex, dado que se trata de una reforma “notoriamente inconstitucional y claramente nociva del interés del país”.
Durante su intervención, advirtió que se trata de un proyecto impulsado por la administración Bush, e incluso reveló que en el más reciente informe del Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos se dice con toda claridad que Washington “debe enfocarse en promover una mayor producción petrolera en México, mediante una participación de empresas privadas en ese país, como parte de la nueva política económica hemisférica”.
Muñoz Ledo recalcó que todas las iniciativas, incluida la que se presentó el miércoles pasado, no son sino rendijas, y alertó del peligro de caer en la trampa de “las empresas espejo o paralelas”.
Además, demandó al Congreso de la Unión que antes de discutir la apertura de Pemex al capital privado como pretende Calderón, se atiendan otras prioridades, como la reforma del Estado.
La secretaria de patrimonio nacional del “gobierno legítimo” presentó la propuesta alterna del político tabasqueño, la cual, detalló, parte de cinco ejes fundamentales: reagrupar Pemex en una sola entidad; canalizar a la empresa los recursos obtenidos por excedentes petroleros, unos 150 mil millones de pesos sólo este año; que el Estado absorba la deuda de la empresa; fomentar la investigación y el desarrollo tecnológicos, y crear un comité anticorrupción, con la finalidad de que no se repitan los Pemexgate o los “casos Mouriño y Bribiesca”.
El tema del foro fue Los principios que deben regir la reforma energética de México, y ahí Sheinbaum reconoció el esfuerzo de los legisladores del Frente Amplio Progresista (FAP) y de los brigadistas en defensa del petróleo que permitieron, dijo, “abrir este debate”; frase que no gustó a varios panistas y priístas, y provocó que el senador Santiago Creel endureciera el gesto.
Precisó que para lograr que Pemex supere la situación de crisis en la que la han sumido, López Obrador propone reagrupar a la paraestatal en una sola empresa, no como está ahora, dividida en subsidiarias y filiales.
También, agregó, se propone una mayor integración energética entre Pemex, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Luz y Fuerza del Centro, por medio, entre otras acciones, de sustentar parte del crecimiento de la generación eléctrica en el uso de derivados pesados.
Asimismo, la propuesta de López Obrador está enfocada a canalizar todos los excedentes petroleros, con excepción de los recursos que se reparten a estados y municipios, a la inversión en Pemex. Este año, expresó, se podrá disponer de 150 mil millones de pesos por ese concepto, mismos que la paraestatal puede invertir en exploración, refinación, petroquímica, mantenimiento e inversión en ductos, así como en investigación y desarrollo de nuevas fuentes de energía.
La utilización de los excedentes en actividades estratégicas, remarcó Sheinbaum, “permitiría invertir en proyectos urgentes, sobre todo para mantener la producción de crudo en campos existentes y recuperar reservas”, fundamentalmente en aguas someras y en tierra, donde “tenemos cuando menos 45 mil millones de barriles de reservas probadas, probables y posibles”.
Otro punto, detalló, es que el Estado absorba la deuda por 50 mil millones de dólares que Pemex tiene en Pidiregas, debido a que se trata de un adeudo con contratistas privados a que se obligó a la empresa y, por tanto, el país debe debe asumirla.
Además, agregó, López Obrador incluye en su propuesta otro punto central: fortalecer las áreas estratégicas de Pemex y la ingeniería nacional, así como al Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) con el propósito de que vuelva a jugar un papel fundamental en la investigación y desarrollo de tecnología.
A la pretensión del gobierno y del PAN de poner en manos de empresas privadas la producción de gasolina y petroquímicos, además del manejo de los ductos, hay que responder, recalcó Sheinbaum, que “los ingresos de empresarios para construir y operar refinerías, y para el transporte y almacenamiento, vendrían de la misma fuente que para Pemex: la venta de hidrocarburos en el mercado nacional”.
Explicó que la ventaja económica de que Pemex opere refinerías y ductos es que utilizaría las ganancias para su propio fortalecimiento y el beneficio del país, “en vez de que se queden en unas cuantas manos privadas”.
Parte toral del proyecto alterno de Andrés Manuel López Obrador, dijo, es garantizar el funcionamiento de un comité anticorrupción en el consejo de administración de Pemex.
Aclaró que la tarea principal de ese comité, que funcionará en forma paralela a los mecanismos de auditoría que ya tiene la paraestatal, será evitar conflictos de interés y corruptelas en la asignación de contratos.
Que Calderón retire sus iniciativas, exige Muñoz Ledo
El coordinador del FAP, Porfirio Muñoz Ledo, pidió que Felipe Calderón retire sus seis iniciativas para modernizar Pemex, dado que se trata de una reforma “notoriamente inconstitucional y claramente nociva del interés del país”.
Durante su intervención, advirtió que se trata de un proyecto impulsado por la administración Bush, e incluso reveló que en el más reciente informe del Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos se dice con toda claridad que Washington “debe enfocarse en promover una mayor producción petrolera en México, mediante una participación de empresas privadas en ese país, como parte de la nueva política económica hemisférica”.
Muñoz Ledo recalcó que todas las iniciativas, incluida la que se presentó el miércoles pasado, no son sino rendijas, y alertó del peligro de caer en la trampa de “las empresas espejo o paralelas”.
Además, demandó al Congreso de la Unión que antes de discutir la apertura de Pemex al capital privado como pretende Calderón, se atiendan otras prioridades, como la reforma del Estado.
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