Alma E. Muñoz (Enviada)
La Paz, BCS, 9 de mayo. Juan Camilo Mouriño es un “delincuente confeso, exonerado por una comisión de diputados que él mismo formó”, sentenció Andrés Manuel López Obrador, quien consideró “una tomadura de pelo” el trabajo de los legisladores que integran dicha comisión.
Advirtió que como el delito de tráfico de influencias en que incurrió el secretario de Gobernación no prescribe, y “está claro que hay delitos que perseguir, nosotros, desde el gobierno legítimo, nunca vamos a quitar el dedo del renglón para que se castigue a ese delincuente”, advirtió.
Al continuar su gira por el país para reunirse con brigadistas del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, tanto en esta ciudad como en Tijuana, Baja California, el político tabasqueño fue interrogado sobre la decisión de los legisladores que formaron la comisión Mouriño para investigar los contratos que –como apoderado legal de Ivancar– firmó con Petróleos Mexicanos (Pemex) para beneficiar a su familia, cuando era presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados y después subsecretario de Energía, cuyas pruebas exhibió López Obrador.
“Esa comisión que crearon fue una tomadura de pelo. Ya sabíamos en qué iba a terminar y que la habían formado a la medida de los intereses de Mouriño y Calderón. La pactaron en la misma Secretaría de Gobernación”, sostuvo.
–Entonces, ¿no se cierra la posibilidad de que se le enjuicie?
–No. Esos asuntos no prescriben. Hay tráfico de influencias en la firma de sus contratos, por lo que existen delitos que perseguir. Desgraciadamente, impera la impunidad en el gobierno usurpador, además de que Mouriño y Calderón son socios.
–¿No implica, entonces, que él ya puede estar tranquilo?
–No. Nosotros nunca vamos a quitar el dedo del renglón.
–¿Se tendría que presentar denuncia formal?
–Vamos a ver en qué termina esto, pero es una gran farsa lo de Mouriño.
Señaló que una regla básica para sacar adelante a Pemex, sin privatizarlo ni “trampear la Constitución”, es combatir la corrupción que allí priva, “para que Mouriño y Calderón no sigan haciendo negocios en el sector energético”.
Y a la par, continuó, hay que luchar para que se transfieran a la paraestatal recursos de los excedentes petroleros, los cuales este año superarán los 20 mil millones de dólares, en lugar de privatizarla. “Así, de paso, Calderón dejaría de manejar ese dinero de manera discrecional”.
–¿Hasta dónde va a llegar la lucha por el petróleo?
–Hasta impedir que se privatice.
Indicó que las reuniones con brigadistas en todo el país son justamente para evitar “abrir de par en par las puertas (de la paraestatal) a manos extranjeras”, como pretende el gobierno calderonista, e insistió en la importancia de que se realice una consulta popular.
¿A cargo de quién? –se le preguntó. “Hay que verlo. Pueden acordarlo los legisladores, pero está contemplado en la Constitución cuando se trata de asuntos importantes para el desarrollo económico y social”, dijo.
La Paz, BCS, 9 de mayo. Juan Camilo Mouriño es un “delincuente confeso, exonerado por una comisión de diputados que él mismo formó”, sentenció Andrés Manuel López Obrador, quien consideró “una tomadura de pelo” el trabajo de los legisladores que integran dicha comisión.
Advirtió que como el delito de tráfico de influencias en que incurrió el secretario de Gobernación no prescribe, y “está claro que hay delitos que perseguir, nosotros, desde el gobierno legítimo, nunca vamos a quitar el dedo del renglón para que se castigue a ese delincuente”, advirtió.
Al continuar su gira por el país para reunirse con brigadistas del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, tanto en esta ciudad como en Tijuana, Baja California, el político tabasqueño fue interrogado sobre la decisión de los legisladores que formaron la comisión Mouriño para investigar los contratos que –como apoderado legal de Ivancar– firmó con Petróleos Mexicanos (Pemex) para beneficiar a su familia, cuando era presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados y después subsecretario de Energía, cuyas pruebas exhibió López Obrador.
“Esa comisión que crearon fue una tomadura de pelo. Ya sabíamos en qué iba a terminar y que la habían formado a la medida de los intereses de Mouriño y Calderón. La pactaron en la misma Secretaría de Gobernación”, sostuvo.
–Entonces, ¿no se cierra la posibilidad de que se le enjuicie?
–No. Esos asuntos no prescriben. Hay tráfico de influencias en la firma de sus contratos, por lo que existen delitos que perseguir. Desgraciadamente, impera la impunidad en el gobierno usurpador, además de que Mouriño y Calderón son socios.
–¿No implica, entonces, que él ya puede estar tranquilo?
–No. Nosotros nunca vamos a quitar el dedo del renglón.
–¿Se tendría que presentar denuncia formal?
–Vamos a ver en qué termina esto, pero es una gran farsa lo de Mouriño.
Señaló que una regla básica para sacar adelante a Pemex, sin privatizarlo ni “trampear la Constitución”, es combatir la corrupción que allí priva, “para que Mouriño y Calderón no sigan haciendo negocios en el sector energético”.
Y a la par, continuó, hay que luchar para que se transfieran a la paraestatal recursos de los excedentes petroleros, los cuales este año superarán los 20 mil millones de dólares, en lugar de privatizarla. “Así, de paso, Calderón dejaría de manejar ese dinero de manera discrecional”.
–¿Hasta dónde va a llegar la lucha por el petróleo?
–Hasta impedir que se privatice.
Indicó que las reuniones con brigadistas en todo el país son justamente para evitar “abrir de par en par las puertas (de la paraestatal) a manos extranjeras”, como pretende el gobierno calderonista, e insistió en la importancia de que se realice una consulta popular.
¿A cargo de quién? –se le preguntó. “Hay que verlo. Pueden acordarlo los legisladores, pero está contemplado en la Constitución cuando se trata de asuntos importantes para el desarrollo económico y social”, dijo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario