domingo, 25 de mayo de 2008

Deben renunciar Mouriño, Carstens, Kessel y Reyes Heroles como primer paso para enfrentar la grave crisis política, económica y social, demanda López

* Descarta un eventual encuentro con Felipe Calderón, por tratarse de un presidente espurio, que se robó la Presidencia
* Cómo puede conducir la política interna un traficante de influencias, un delincuente confeso como Mouriño, se preguntó
* La política económica neoliberal mantiene en la pobreza a millones de mexicanos, asegura ante brigadistas de Ciudad Valles y Tampico Como alternativa para frenar la actual descomposición social en México, Andrés Manuel López Obrador demandó la destitución de los secretarios de Gobernación, Hacienda y Energía del gobierno espurio, Juan Camilo Mouriño, Agustín Carstens y Georgina Kessel, así como del director de Pemex, Jesús Reyes Heroles, porque están al servicio de una mafia.
En esta localidad, subrayó que los mencionados servidores públicos deben renunciar si se quiere enfrentar la grave crisis política, económica y social que padece nuestro país.
El presidente legítimo de México explicó que los colaboradores del presidente pelele, Felipe Calderón, podrán ser sustituidos por gente de la sociedad civil que sea honesta y con vocación de servicio al pueblo y no de una minoría rapaz.
Al conceder una entrevista al programa radiofónico “Diga no al silencio”, conducido por Antolín Guerrero, destacó que tiene elementos suficientes para exigir la separación del cargo de Mouriño, Carstens, Kessel y Reyes Heroles.
Desde los micrófonos de la estación Radio Panorámica se preguntó: ¿Cómo va a permanecer Mouriño como encargado de la política interna, si está acusado de tráfico de influencias y es un delincuente confeso? Luego lanzó otro cuestionamiento: ¿Con qué autoridad moral se hace cargo Mouriño de enfrentar el flagelo de la violencia?
Debe renunciar porque en la Secretaría de Gobernación debe estar un ciudadano con autoridad moral y política, remachó.
Expresó que en el mismo caso se encuentra el secretario de Hacienda, porque “no es posible que Carstens no haya previsto el proceso de carestía en que se encuentra la mayor parte del pueblo de México” y, al mismo tiempo, siga aplicando una política contraria a los intereses de la Nación. Desde luego, manifestó, lo único que sabe hacer Agustín Carstens es recibir órdenes de los directivos del Fondo Monetario Internacional y de los organismos financieros internacionales.
Asimismo deben abandonar el cargo Kessel y Reyes Heroles, porque son los operadores de la política entreguista y de promover la privatización de la industria petrolera. Indicó que “no quería opinar sobre la actuación del gobierno espurio de Calderón, porque la verdad Calderón está usurpando la Presidencia y es su responsabilidad resolver la crisis y frenar la violencia y el proceso de descomposición social”.
Señaló que los ciudadanos de Ciudad Valles le preguntaron que mejor solicitara la renuncia de Calderón. Como respuesta, manifestó que “ese es otro asunto, pero cuando menos deben renunciar los mencionados cuatro personajes, para cambiar la situación en el país”.
Tanto a los brigadistas de Ciudad Valles como de Tampico, López Obrador mencionó la importancia de cambiar la política económica neoliberal que mantiene en el abandono la actividad productiva y que solo fomenta la corrupción y la impunidad.
En las reuniones informativas que sostuvo con los integrantes de los comités en defensa del petróleo, mencionó que los panistas presumían de representar el cambio, pero resultaron ser peores que los priistas, porque son unos reverendos rateros y unos déspotas.
Desde la huasteca, expresó que el PRI y el PAN son lo mismo y ejemplo claro es el actual gobernador de San Luis Potosí, Marcelo de los Santos –de extracción panista— quien anteriormente fungió como encargado de corregir las cuentas de los gobiernos priistas.
El presidente legítimo de los mexicanos explicó que si el gobierno espurio privatiza el petróleo, se comprometerá la soberanía nacional y dejaría México de ser un país libre e independiente, para convertirnos en una colonia.
Al término de su encuentro con los brigadistas de San Luis Potosí, López Obrador dijo a los reporteros que no se reuniría con Calderón en ningún momento, porque el presidente pelele no ganó la Presidencia de la República y es un mandatario espurio.
Posteriormente, en Tampico, invitó a los brigadistas del estado a informar casa por casa sobre la intención del gobierno usurpador de privatizar la industria petrolera, así como a participar el próximo 29 de junio a la asamblea nacional que se llevará a cabo en el Zócalo de la Ciudad de México, donde se hará un balance del movimiento en defensa del petróleo.

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